Pablo Luna


Autobiografía


San Cayetano, Nayarit a Julio del 2021.

Mi nombre es Pablo Luna. Vine al mundo el 29 de junio del 2001. Soy originario de San Cayetano, un pueblo perteneciente al municipio de Tepic, Nayarit, México. Tengo 4 hermanos, de los cuales una hermana es mi melliza.

Tuve una infancia muy tranquila, nunca me he mudado de casa y hasta el día de hoy, gracias a Dios, vivo con mis padres. Mi familia me enseñó a prevalecer las costumbres y tradiciones de la casa y de mi pueblo, por eso, los eventos en los que se celebra la vida, las fiestas tradicionales e incluso la despedida de un ser querido, son para mí momentos importantes en los cuales estar y participar para que perduren a lo largo del tiempo, pues creo firmemente que son parte fundamental de nuestra cultura, no solo como mexicanos, sino también como humanidad. Fue en esas celebraciones en las que tuve contacto con la música, las canciones, el baile, el fervor con el que se puede disfrutar una melodía. Aunque en ese entonces no me daba la oportunidad de participar más allá de la perspectiva de un espectador.

Pasando los años, yo era un niño en la edad de la curiosidad, preguntaba a mis padres sobre mi familia. En estas conversaciones supe de parentela mía que se dedicaba o se dedicó alguna vez al arte de la música. Cantantes, autores, mariachis, todos abrazando su pasión a lo largo de su vida. Afortunadamente tuve la oportunidad de acercarme a uno de esos familiares, y poder conocer más sobre su oficio; y recuerdo que en algunas tardes de mi niñez iba a visitar para aprender de mi tío, el señor y cantautor Agustín Luna Luna. Es ahí donde nace en mí una posible vocación, un camino que podía emprender, una pasión que disfrutar.

La cultura se hacía presente durante mis estudios primarios, se manifestaba en las celebraciones cívicas, los festivales, los bailables, el teatro, en la música, en los desfiles, entre más formas. Y hubo una ocasión que me marcó de forma especial, pues fue la oportunidad con la que emprendí en esa posible vocación que había nacido en mí ya hace tiempo. Cuando tenía 10 años se convocó, por parte del departamento de Educación Especial de la escuela, a realizar un foro para la exposición de talentos que poseyeran los estudiantes. Yo me enlisté, descargué un 'karaoke' de varias canciones, de las cuales elegí el título "No soy monedita de oro", del autor Cuco Sánchez, para mi presentación. Todas las tardes, después de la escuela, practicaba esa canción ansiando la llegada del día. En el evento, ya junto el entarimado, comencé a sentir por primera vez ese cosquilleo en el estómago, los nervios de imaginar que dentro de pocos minutos yo estaría cantando arriba de un escenario frente a la comunidad estudiantil, y así fue, interpreté la canción, por mi mente siquiera pasó ningún pensamiento del 'qué dirán', sólo disfruté del momento. Después de la ovación, el maestro que estaba a cargo de la conducción me felicitó y me dijo: "Échele ganas 'mijo', cantas muy bien, sigue por ese camino", palabras que llevo en mi mente por ser la primera ocasión en la que me alentaban para que siguiera cantando. Mi acto siguiente fue correr a abrazar a mi madre que estaba entre el público.

Mientras yo crecía, me invitaban a festivales y kermeses, generalmente de la escuela o la iglesia, a los que asistía y participaba cantando temas populares. Me hice de ídolos musicales como Vicente Fernández, Rocío Dúrcal, Juan Gabriel, Ana Gabriel, Marisela, entre otros más, de los que escuchaba sus interpretaciones en CD's y DVD's que encontraba en mi casa. Mi gusto musical se inclinó al regional mexicano durante muchos años.

En el año 2013, los integrantes del Coro De "San Cayetano" me invitaron a formar parte ellos, así que me uní como corista por primera vez. En el año 2014 nos quedamos sin guitarrista, y en un ensayo observé la guitarra abandonada, sin nadie que la usara, y me propuse aprender a tocarla para convertirme en quien acompañara a las voces del coro. A principios del 2015, mi hermana Katia y yo nos postulamos como guitarristas del grupo y aprendimos poco a poco a tocar el instrumento. A partir de Junio de ese mismo año, en ausencia del director, yo lideraba el coro, y me convertí en su coordinador en el año 2016, así fue hasta el año 2019. En este grupo conocí a mi amiga, y compañera de varios escenarios, Betty García. Ella sería quien me ayudara a ser parte del 'Instituto Municipal de Arte y Cultura de la ciudad de Tepic' en el periodo 2015 - 2016.

Me integré al 'Ensamble Musical' de la secundaria en la que estudiaba en enero del año 2015, dicho ensamble era dirigido por Octavio Salinas en compañía de Marcos Muñoz, en aquel entonces estudiantes de música en servicio social. Su dirección terminó a mediados de ese mismo año. En marzo del 2016, mi compañero Mayo González y yo, asistimos con la maestra Citlalli Ávalos buscando su apoyo para reintegrar nuevamente el ensamble. Con autorización del director, el apoyo de la sociedad de maestros y con la participación de mis compañeros estudiantes, en especial de Erick Sánchez, quien fue mi soporte en la coordinación del grupo. Logramos el objetivo, y encabezamos el 'Ensamble Musical' hasta junio de ese año, cerrando con una presentación en la clausura de la generación a la que pertenecía.

En enero del 2016, Mayo González me hizo la invitación de pertenecer a la Orquesta Sinfónica 'Esperanza Azteca' de Nayarit (OSEAN), y cedí. Debuté como corista de la OSEAN el día 12 de Febrero del 2016 en un concierto llamado "Sinfonía de amores", cuya cede fue en el Teatro del pueblo "Alí Chumacero" de Tepic. En los ensayos de éste concierto tuve mi primer encuentro con el maestro Javier Ayala. Después de éste concierto, nos preparamos para otro muy especial. El 5 de Marzo de ese año nos levantamos muy temprano, mis padres me llevaron hasta la "Casa de colores", la cede de ensayos de la orquesta, mis compañeros y yo tomamos varios autobuses y nos dirigimos hasta la ciudad de Guadalajara, Jalisco; llegamos hasta el teatro "Pablo Moncayo", ahí nos recibieron 'tras bambalinas', preparándonos para el concierto que se llevaría a cabo de unas horas. Tuvimos la oportunidad de conocer las instalaciones del lugar y ensayar en uno de los salones. Llegada la hora, nos vestimos para la presentación, nos dirigimos al escenario, nos colocaron detrás de un telón que en medio de una canción se abrió para que comenzáramos a tocar y cantar, y ahí estaba entre nosotros el invitado de honor, el maestro para muchos artistas de México, Don Armando Manzanero. Fue una ocasión única que no se volvió a repetir, una anécdota que grabé en mi memoria y un motivo para seguir creciendo. Tres meses después me retiré de la orquesta. Durante mi estadía tuve como dirigentes en clase de canto a la maestra Aránzazu García y a la Soprano Karla Martínez, la directora en aquel entonces era la maestra Fátima Corona. Ahí conocí títulos como "Huapango de Moncayo", "Brindisi", "Habanera", "O fortuna", "Somos novios", "Canciones de Lara", entre otros varios títulos.

Se abrieron nuevas clases tipo 'talleres' para los estudiantes cuando cursaba el bachillerato, entre los que estaban estudio de guitarra y de canto grupal. Yo me integré en ambos cursos, pues quería aprender más musicalmente. En el taller de canto tuve como maestro a Javier Ayala, a quien ya había conocido cuando estuve en la OSEAN, y en guitarra al maestro Sergio Huizar, con ellos tuve una excelente relación maestro-alumno. Tuvimos una presentación en el festival de día de muertos en noviembre del 2017, varias presentaciones con motivo de un festival de villancicos en diciembre de ese año y en la clausura escolar del año 2018, en el cual interpreté como solista la canción "Vientos de cambio", también conocida como "Wind of change" del grupo 'Scorpions', que tuvo cede en el Teatro del pueblo. Al comienzo del siguiente ciclo escolar, el maestro Ayala no pudo continuar con el taller y nos quedamos sin esas clases, pero gracias al profe Huizar que nos brindó un espacio dentro de sus horas de trabajo y con mi apoyo continuamos ensayando temas, trabajando como un ensamble, para los diversos festivales que se celebraban en la escuela. Las dos más importantes que tuvimos fueron en el festival "Xibalba" del día de muertos, en el que interpretamos canciones como "La llorona", "La bruja", "La calaca" y "Celeste", éste último del grupo 'Enjambre'. La segunda presentación más importante, y la última también, fue durante la clausura de mi generación, el 13 de junio del 2019. Ese día interpretamos un tema que estuvimos ensayando por casi 6 meses, sacrificando tiempos entre y después de las clases para que la presentación fuera espectacular. Gracias al esfuerzo de todos, mencionando al maestro Sergio, a Elcy, Alejandra, Katia, Gama, Ángel, Natalia, Andrea e Iyari, fue que pudimos presentar el tema "Bohemian Rapsody" de 'Queen'. Este evento también tuvo lugar en el Teatro del pueblo "Alí Chumacero" de Tepic. Fue una de las experiencias que jamás podré olvidar, el haber caminado por el escenario del teatro principal de mi ciudad interpretando esta pieza fue motivo para darme cuenta de que había crecido y ya no era aquel niño de 10 años que cantó en un festival de talentos, era algo más grande, nunca imaginé llegar a ese nivel.

Actualmente sigo mi sueño de crecer en los escenarios, sin dejar de lado mis estudios profesionales. He conocido a grandes personas en el camino, unos ya tomaron distintos caminos, otros seguimos juntos, pero al final siempre nos apoyamos para llegar a nuestras metas. Así que ésta historia no termina aquí, aún hay más camino por recorrer, tengo fe.

Pablo Luna

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